miércoles, 20 de enero de 2010

Marines en Haiti

Bueno, bueno, bueno... pues ya tenemos a los denostados marines en Haití, un país que, sorpréndanse, no tiene petróleo. El país más pobre del continente americano, el que tiene gobiernos de dilapidación (de pasta, no por adulterios ni leyes religiosas impuestas a las civiles), el que tiene tasas desproporcionadas de delincuencia y asesinatos. Un país que no se respeta así mismo. Dónde esta mañana en el telediario se veía control en la zona boliviana, española o USA, pero no en la jordana, por ejemplo (un despropósito de golpes, empujones, invasión de camiones...) por no hablar de como los efectivos locales repartían, lanzando al aire, el contenido de las cajas.

Pillaje y saqueo... en parte justificado por el hambre y la necesidad, no lo niego, pero resulta que hay sitios dónde no hay apelotonamientos y se ha establecido un orden gracias a la intervención extranjera.
Conclusión, hay intervención extranjera porque se sabe muy bien que, como no se imponga una autoridad, el resultado puede ser más mortal que el propio terremoto. Nosotros mandamos la UME (soldados sin armas), pero eso sí, en lo suyo son buenísimos.

Pues ahí están los marines. No hay petróleo, recuerden. Anda que no les hubiera costado invadir el país antes y no en medio de un proceso de destrucción + rehabilitación y no lo han hecho, al igual que no se han anexionado la República Dominicana. Algo hay, ¿no creen?
Lo que hay es una conciencia colectiva en Europa y SudAmérica absurda heredada desde el siglo XIX y articulada a través del término colonialismo. Un colonialismo que practicaron alemanes, británicos, españoles y... franceses (curioso, no los americanos). La respuesta francesa a la intervención americana (sólo a la americana) me parece recurrente porque con Irak también tuvieron un "quiero petróleo, pero lo disfrazo de asalto a la legitimidad de un país" (por favor... ¿quién no quiere petróleo?). Y me parece inconsecuente, porque aparte del idioma, repasen la lista que he hecho arriba sobre la relidad haitiana y verán que no han aportado ni media, que se dice en castizo.

Lo que me asalta es saber si aquí nos comportaríamos igual ante una situación de catástrofe. La animosidad exisetente acerca de la guerra civil me hace pesimista, pero la reacción en Atocha en el 11M (independientemente de lo que pasara horas más tarde) me hace ser optimista.

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