lunes, 18 de enero de 2010

Oratoria

Se me acumula. Esa es la sensación que tengo cuando leo la entrevista del Presidente zapatero. Se me acumula una sensación de vacío. Una sensación de no dirección. Se me acumula cierta rabia ante escaparates de esta índole en los cuales, por muy sagaz que sea el entrevistador, la posición off del Presidente, hace que las preguntas se pierdan y salga a relucir la ornamentación
"[...] Y comprendo que esa persona que ha perdido un empleo y su familia, ¿a quién va a mirar? ¿A quién va a buscar, a quién va a responsabilizar? Al presidente del Gobierno. Ésa es una parte de mi convicción democrática y lógica y entendible"
Tampoco me queda claro si lo que es lógico y entendible es la actitud de la gente buscando responsabilidades o su convicción democrática. Entiendo que lo primero, porque ya se encarga el Presidente de subrayar día tras día que no hay demócrata más convencido que un militante del PSOE y dentro de estos no hay demócrata más profundo que él mismo. Los demás son demócratas sólo cuando hay atentados terroristas.

En cualquier caso no importa. Lo que se me acumula es el escaparate que suponen estas entrevistas. Pero ojo, tanto las de Rodríguez Zapatero como las de Pajín y del otro lado Rajoy, Soraya y, ni que decir tiene, Gallardón. Y me sigue preocupando el público al que dirigen esas alocuciones. Si realmente éste es el estilo es porque es la oratoria que triunfa. Y si es la oratoria que triunfa es porque nuestra base social, su masa votante, tiene un nivel educativo pobre, poco analítico y poco crítico. Realmente este es el fracaso perceptible de nuestro sistema educativo a largo plazo. A corto es el propio fracaso escolar.

Una persona a quien respeto mucho, aunque hace tiempo que ya no puedo ver, y que es inspector de educación en Castilla y León me comentaba hace meses que lo que han buscado los sucesivos gobiernos en España a nivel educativo ha sido formar ciudadanos. Trazar una línea de mínimos dónde la persona tenga la capacidad suficiente para trabajar (bueno, en fin), votar, pagar impuestos y cruzar la calle sin que le atropellen. A partir de ahí ya es todo superación personal del sujeto. Y veo que iba en serio. Veo que iba en serio cuando 5 páginas de un periódico se llenan de complacencia y vacuidad, con grandes palabras que hagan de marco, de tal manera que mañana, dentro de un mes y, especialmente, cuando lleguen las elecciones, se recuerde a Zapatero como el que nos sacó de la crisis (saldremos arrastrados por los países que pueden liderar y ya se encargarán de ponerle aquí el lazo) y como la persona de valores democráticos y sostenibles o ¿es que ya nadie se acuerda de "talante"?

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