Allen Konigsberg (lo hago notar por pedantería y porque me parece muy divertido que se apellide como la ciudad dónde pasó Kant el 99% de sus días... ¿ven? otra pedantería, pero es que Kant tuvo a bien morir el día de mi cumpleaños, como Cortázar... otra más, si es que no tengo remedio. Luego les hablo de Carlos Kleiber), como ya sabemos, es una de esas personas que tienen la mente felina, dispuesta a saltar, como pudo tenerla Groucho o Lubitsch.
Hablo de Allen porque recientemente me acude con frecuencia a la cabeza una escena memorable en Annie Hall en la que él y Diane Keaton se encuentran en la cola de un cine. Delante tienen a una pareja en la que él se muestra pródigo en sabiduría cinematrográfica. Cita textos, evalúa a Fellini... y en un momento dado cita a un crítico llamado Marshall McLuhan. Entonces Alvy (Allen) le dice al "sabio" que no tiene ni idea de lo que está hablando y saca de detrás de un cartel a McLuhan quién le confirma que es un loro que repite sin conocimiento aquello que le suena haber oído (pero bien dicho, claro).
En fin, de Rohmer a Allen para llegar a dónde quería llegar y es al caspítulo del Presidente Zapatero de ayer cuando habló de Sanciones. Saltaron Alemania y GB a decirle "¿de qué estás hablando?" y detrás fueron a dar la cara Moratinos y De La Vega justo en un día en que se plantea su candidatura a las próximas elecciones generales.
Se busca no desgastar al candidato. El Presidente Zapatero y sus asesores saben que, en el cargo presidencia de turno, al electorado le llega la parte de "presidencia". Que, en unas declaraciones hacia Europa, si habla de "sanciones" es este ultimo término el que a nivel interior pega, porque ya se les ha transmitido que durante seis meses va a ser un líder planetario y eso es lo que hacen los líderes; aleccionar y repartir justicia. Si luego los británicos o alemanes protestan, en eso ya no entra, porque no es su campo. Se defiende mal, le quitaría iniciativa y, por tanto, liderazgo. Daría la visión de que entra en batallas terrenales cuando él es un padre protector con sus niños y expeditivo con quién no se comporta adecuadamente (¡¡¡Sanciones!!!).
La táctica y estrategia son grandes palabras que lleguen a su base electoral (los post en El País y Público nos traen día a día ejemplos de lo bien aleccionada que está), que cuestionen a los ajenos y los muestre como enemigos de su línea ideológica y, por tanto, del bienestar y seguridad que él expande como un paraguas por el territorio nacional. Sus asesores evalúan perfectamente la dimensión del problema y le sacan a relucir en el momento mesiánico adecuado. Alakrana: ni media palabra hasta, ¿cuándo? exacto, la liberación. En lo de ayer: Presidencia ("de turno" no importa) -> autoridad -> "sanciones". De ahí callado hasta que haya recuperación que se deberá... ¿a qué creen ustedes?
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