martes, 2 de febrero de 2010

Nuestra TV

qué decir sobre la vorágine de la TV. Ya vimos en su día lo que cobraba Belén Esteban por salir en el programa de Ana Rosa. Esta Belén Esteban que sale en otro programa de T5 y ahora en la Noria. La Noria, que no deja de ser un programa con un diseño que busca aliviar el sensacionalismo que maneja con ciertas tertulias de carácter político o social (no voy a tomarme la molestia de entrecomillar nada). El mismo modelo pero con la proporción inversa es lo que hace Antena 3 por las mañanas en el programa de Susana Griso. Salen una serie de tertulianos (no sé sus nombres, pero uno lleva el pelo largo y el otro sabe de todo) hablando de temas generalistas y portadas de periódicos que luego pierden las nalgas por ponerse a bailar con la invitada estrella de turno. Lo gracioso es que si no haces esto no eres versátil. Claro, pero ¿qué necesidad hay de ser versátil cantando y bailando? ¿No es más productivo ser versátil en nacional e internacional? La respuesta parece ser "No", ya que nadie descabalga esos programas de la parrilla

Pero Mª Antonia, Sopena, MAR... tienen cierto curriculum que están destrozando a pedradas y, encima, extienden su actitud. Porque lo preocupante, realmente, es que este conjunto de tertulianos de sábado por la noche que acuden a programas de marcado carácter político (aunque no siempre exclusivo, que también se debate de tonterías) presentan un comportamiento esquizoide al discutir en los últimos como si estuvieran en los primeros. Este comportamiento arrastra a parte de los invitados y otros (me encanta ver la cara de Serra en el programa de Buruaga) asisten perplejos.

Sobre el padre de MariLuz, bueno, pues me gusta creer que está mal asesorado por un agente que ve que su mensaje es más rentable que llegue a más gente a que llegue con calidad. Ha perdido a una hija y culturalmente, encajamos mejor la pena que la crítica al sistema judicial desde la posición de un afectado real.

En resumen; somos muy poco exigentes con la televisión, pero el nivel cultural medio tampoco da para más. Estos señores se limitan a dar lo que se pide.

1 comentario:

Unknown dijo...

Buenas noches NRQ.
Verdaderamente tenemos una TV deplorable, comercial, morbosa y más. La pipirijaina de todos estos famosillos, que viven del cuento y de la exclusiva tonta, inunda nuestras pantallas ofreciendo siempre lo mismo: pura visceralidad y nada interesante.
La Noria comenzó siendo un programa interesante, entretenido y variado; La tertulia de periodistas también. Pero con el tiempo, se ha convertido en un fracaso como muchos programas inicialmente prometedores, que se introducen directamente en el cubo de la basura, para rebuscar en los detritus como hace el vecino cotilla, buscando tu intimidad. Me temo que la televisión es el reflejo de los gustos de la sociedad.
Un saludo.